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domingo, 17 de marzo de 2013

¿La reina de la casa?

7.05. Charini, que no es ni fea ni guapa (como tú), se levanta cada día antes que tú, para que tú puedas dormir un poco más. Ella, que tiene dos hijos, que creo que son tuyos también, intenta que desayunen como es debido, mientras tú aún andas soñando con Marilyns imposibles.
Ella, con los pies en el suelo, llega a los 164 centímetros de cordura y a ti te sobra por lo menos la cifra final. Tú tienes la suerte de un trabajo de 8 a 3. Ella tiene la desgracia de no tenerlo.
Las siete y media y a Charini no le han llegado buenas cartas; en realidad, las de todos los días. ¿Dónde está el comodín? Pasea su bata y sus 59,5 kilos por el corredor, mientras va abriendo puertas y encendiendo luces. “¡Carlitos, la hora! ¡Anita, p´arriba!”
Levanta las persianas y el día amanece en tu casa. Te das cuenta entonces de que no estás solo, hay alguien que mueve el mundo: es Charini, que ha puesto café. Te lo tomas y te vas con un casto beso como pago (algunos días, ni siquiera eso), que ella agradece. Se conforma con poco. Tú no estás contento, siempre quieres más. Tú trabajas, o al menos eso parece. Llegas a casa a mantel puesto y a cuerpo de rey y allí te está esperando ¿la reina de la casa? La limpió, hizo la compra, preparó la comida, recogió a tus hijos del cole. “Gordi, ¿qué hay de comer?”
¿Miraste un segundo a sus ojos? ¿Le dijiste lo guapa que estaba? ¿Olvidaste quizá que tienes que seguir enamorándola?


Antonio de los Ríos Ruiz.

viernes, 1 de marzo de 2013

Incendios Forestales

Este año en España se han quemado 153.159,66 hectáreas, el triple que en 2011. Pero la cifra ya está obsoleta porque el infierno suma y sigue. Después del 26 hay que añadir Robledo de Chavela (1.200 hectáreas), Toledo (700) y el horror de Málaga (8.200). En Robledo han encontrado artefactos incendiarios; en Girona detuvieron a dos menores por iniciar ocho fuegos y grabarlos en vídeo. Llevamos siete muertos, varios heridos graves, decenas de miles de animales achicharrados, centenares de casas quemadas y de familias arruinadas, miles de personas que han tenido que ser desalojadas y que han vivido días de terror. Porque incendiar el monte es terrorismo.

Como todos, me pregunto qué ocurre: ¿cómo es posible que de pronto haya tantos pirómanos y que no se consiga descubrir qué intereses hay detrás? El sábado, en La Gomera, 3.000 personas (allí son muchísimas) participaron en una manifestación apartidista contra el incendio que ha calcinado el 11% de la isla. Ese terrible fuego me parece un emblema de todos los demás: en él hubo recortes insensatos (el Gobierno Canario bajó un 60% las partidas antiincendios); hubo una gestión catastrófica del siniestro (entre otras cosas, redujeron el nivel de gravedad antes de una anunciada ola de calor); hubo pirómanos; hubo desdén y descuido, con el presidente insular yéndose de la isla y con los ministros en los toros o de vacaciones; hubo una guerra de acusaciones necias entre los diversos partidos mientras todo ardía. Hubo ineptitud y sectarismo. Los gomeros han dicho basta y están pidiendo responsabilidades. Esa es la palabra, responsabilidad. En otros países, cuando suceden cosas tan graves, hay gente que dimite.
Aquí nunca dimite nadie: se quedan agarrados a su estupidez y su codicia. Habrá que imitar a los gomeros y plantarse y echarlos.